Hoy sí que es el último día en Paris.
Cada uno (cada dos) por un lado.
Unos al Rodin.
Otros al Panteon y aledaños.
Y unos terceros (Mari Luz y yo) al mercado de les Enfants Rouges que según las guías se trata de el mercado más antiguo de Paris y hablan de un muy antiguo edificio que albergaba un orfanato donde se les vestían a los allí atendidos con un traje o vestido rojo, de donde le viene el nombre y donde hay multitud de puestos donde se pueden degustar los productos que allí se venden.
Pues nada de nada. El mercado es una birria. El edificio que lo aloja parece un pabellón medio improvisado.
Los chiringuitos (bares) que lo rodean carecen de cualquier atractivo.
Únicamente una tienda de fotos que tiene a la venta miles y miles de fotografías antiguas, además de algunos productos (cámaras y otras cosas) de otras épocas. Realmente sorprendente la enorme cantidad de fotos que tiene, prácticamente todas en tamaño inferior al clásico 6X9. Y la mayoría perfectamente clasificadas por temas y guardadas en archivadores con el tema en el lomo. ¿Quién compra estas cosas?
Paseando hacia la plaza de los Vosgos.
Allí, visita a la casa de Victor Hugo que disfrutaba de magníficas vistas sobre la plaza.
A tiro de piedra la plaza de la Bastille.
Y desde aquí una ojeada al canal de St. Martin, que a pesar de las numerosas visitas y pasos por esta plaza nunca habíamos reparado en él.
Al metro en la decorada estación de Bastille para llegar al hotel a la hora acordada.
El recepcionista del hotel que nos sorprende con que el domingo y el sábado el desayuno era gratis. Al final yo he desayunado tres días de los cuatro, gratis, uno por graciosa concesión del hotel y digo lo de graciosa porque me ha costado que en mi página de facebook aparezca la noticia de que he ido a ese hotel y los otros porque fue el sábado y el domingo.
Mari Luz ha desayunado el domingo porque estaba casi todo cerrado por fuera y los Cacho no han desayunado ningún día.
Los Fernandinos todos, pero lo tenían incluido en su reserva.
Hotel sencillo pero recomendable. Personal muy amable, desayuno, justito pero bien y habitaciones igual. Justitas, pero bien. Cuarto de baño bien y amplio.
Recoger las maletas y al RER + RER + Orlyval hasta el aeropuerto.
Mal comer y al avión y en una hora y media en Loiu.
Pequeño problema con las llaves de casa por haberlas colocado en un lugar totalmente inhabitual en caso de viaje, resuelto con una visita relámpago a Asunción y en casa a media tarde.
No hay que fiarse de los mercados y mercadillos que prometen maravillas… Casi nunca es verdad.. Muy chulis las fotos.
Me gustaMe gusta