Tenía pendiente una visita a La Rioja por razones fotográficas, que no vitivinícolas y como cualquier día puede ser bueno o malo, según caiga, pues esta mañana me he liado el petate y aprovechando que hacía buen tiempo, carretera y manta.
A poco de salir se echa una espesa niebla que dura prácticamente hasta la primera parada, en Nájera, momento en que desaparece del todo en breves segundos.
El tema fotográfico, por razón de un concurso, es sobre formaciones geológicas en la región, así que nada de iglesias, ni museos ni tascas. Sólo piedras.
Y la primera parada, como ya he dicho, la hago en Nájera donde hay unos farallones, básicamente de arenisca, totalmente horadados por gentes que los utilizaron para esconderse y vivir más o menos a salvo de invasiones y esas cosas, aunque no hay unanimidad en cuanto a su origen (siglo III o siglo X), ni por tanto en cuanto quién trataba de defenderse de cual.
Tras breve paseo por los aledaños del farallón, carretera hasta Herce, pasando por Tudelilla, donde aprovecho un hueco en la carretera para tratar de inmortalizar la belleza que hoy presenta la campiña, con los almendros y los ciruelos y los cerezos (supongo) en flor bañados por un espléndido sol que es el culpable de haber hecho desaparecer la antes mencionada niebla.
En Herce subo hasta el castillo desde donde hay unas interesantes vistas del valle del Cidacos y del propio pueblo.
Como es la hora de comer, me arrimo al ya conocido de alguna otra excursión fotera (aquella con Jose Mari Albisu) La Posada del Laurel, restaurante y casa rural, con ciertas pretensiones culinarias y que con un medio entrante, un principal y un postre abundante y dos copas de crianza, puedes salir por un poco menos de 40 del ala. Pero la comida no está nada mal.
Se encuentra en medio de la nada, en el famoso Préjano.
De allí a Arnedillo que está a unos pocos kilómetros.
Desandando parte del camino, llego a Quel y su castillo.
Y de aquí a Autol donde las cigüeñas gozan de unos curiosos pirulís de arenisca donde posan, pasan (los ratos muertos) y en algunos hacen sus nidos.
Finalmente a Logroño para mañana hacer una incursión por el valle del Iregua y si tengo tiempo y ganas, una visita al museo Würth que estando por la zona, siempre merece la pena.
Hotel (Sercotel Portales) de difícil acceso, en medio de la ciudad, bastante bien aunque hace un calor insoportable. Por 60 euritos una habitación con una cama doble y otra parecida. Desayuno bufé por 8 del ala. Mañana diré qué tal.
Muy bonitas fotos, a ver si tienes suerte en el concurso 😊
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