2024-05-25 KYOTO – NARA – FUSHIMI INARI – KYOTO

Hoy toca, tras el correspondiente madrugón, visitar la ciudad de Nara.

Tenemos el tiempo casi justo para desayunar en el hotel y salir pitando para coger un metro o tren que nos lleva directamente hasta Nara.

Primeramente visitamos el templo (ya no voy a decir lo de «o santuario», aunque no lo sepa porque a estas alturas es una auténtica vergüenza que no sepa distinguir una cosa de la otra, así que no fiarse) del gran Buda, un enorme Buda rodeado de un par de Otras deidades que se llaman algo parecido a las cámaras de fotos, o sea Canon, pero que no es eso exactamente.

Tras la visita, gratuita y sin descalzarse, nos dirigimos a pie hacia otro de esos, cuya gracia principal es que por el camino y sus alrededores hay una gran cantidad de farolillos de piedra. Además de ciervos, claro.

Terminada la visita que ni es visita ni es nada, bajamos hacia la ciudad para comer y en el camino encontramos un lugar con una primitiva terraza y que suministra cerveza fresquita, cosa que agradecemos unos cuantos, aunque no todo el mundo es partidario, como quedó demostrado una par de horas antes durante la subida en que un intento similar, en un lugar mucho más acogedor, quedó frustrado por las prisas de unos y la apatía cervecera de otros.

Llegados al cogollo, tras pasar por la pagoda de 5 pisos que está totalmente en restauración, encontramos, no sin dificultad, un lugar (en realidad dos por partición asimétrica del grupo) para comer, bastante decentemente y como siempre a muy buen precio.

Un café en el punto de quedada y al tren para dirigirnos a Fushimi Inari famosa por tener un recorrido por la montaña hasta el santuario (?) de la cumbre, por un pasillo formado por 10.000 «toris», esos arcos rojos que hay frente a los templos y que en este caso forman una especie de túnel por donde la turistada se lo pasa en grande sacando fotos como posesos.

De nuevo al tren para regresar a Kyoto.

preparar la maleta, que mañana salimos de estampida, nosotros por un lado y la maleta por otro, cena de despedida de esta ciudad en el chino de al lado del hotel porque no encontramos otro y a dormir cuanto antes que si hasta ahora eran madrugones, lo de mañana no tiene nombre.