La salida de Japón la hacemos por el moderno y espectacular aeropuerto de Haneda a las 00:05 del día de la fecha en Tokyo.
El traslado hasta el aeropuerto desde el hotel, desde el que tenemos unas preciosas vistas incluyendo la torre iluminada y el gran pepino (o lo que quiera que sea), en dos minibuses que nos dejan en la terminal en una media hora.
El vuelo hasta el aeropuerto de Dubai, en un 777 sin novedad y puntual. Pero en el aeropuerto de Dubái nos trasladan desde el avión hasta la terminal en autobuses que recorren medio aeropuerto, además de perder un montón de tiempo para dejar pasar aviones ya que los caminos de uno y otros se cruzan y parece que estos tienen prioridad de paso.
La terminal que utilizamos no se parece en nada a la del viaje de ida que era bastante cutrilla. Esta se ve moderna y bastante espectacular.
Vuelo sin novedad y tranquilo en un A380, salida con una hora de retraso, por espera de maletas y/o pasajeros de otro vuelo, pero llegada a Madrid sobre el horario previsto.
Autobús de ALSA en la propia T4, para los que venimos ya por este medio y recogida en Bilbao por Otxu que se está convirtiendo en la taxista de lujo de estos de principio y/o final de estos viajecillos.
Y aquí se acaba esta historia, aunque si tengo ganas, quizás haga un breve epílogo sobre las impresiones del país del sol naciente.
Espacio de Jesus M. Rodriguez 
Que rápido h pasado!
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