Madrugón infame para coger el vuelo de las 6:50 am destino Amsterdam. Salida puntualísima, y llegada con casi 30 minutos de adelanto, aunque con tan temprana llegada no había aparcamiento disponible con lo que el adelanto se reduce en casi un cuarto de hora. No obstante da un cierto margen adicional a los ridículos 50 minutos entre hora de llegada y hora de salida del vuelo a Los Angeles.
El paso de control de pasaporte es rápido porque los vuelos con conexión estrecha van por un camino más corto.
Así y todo no sobran más de 10 o 15 minutos sobre la hora teórica de cierre de embarque.
Salida superpuntual y vuelo tranquilo aunque pesado. Menos mal que ahora hay wifi en el avión y permite, además de un posible entretenimiento adicional alque ofrecen las pantallas del avión, recibir a mitad del vuelo un correo donde te informan de que están terriblemente tristes de comunicarte que han perdido tu maleta, pero que tranquilo en unos pocos días es posible que aparezca.
Llegada puntual.
maratón para llegar hasta el control de pasaporte, que realmente se pasa en segundos y tras asistir a varios y consecutivos partidos de “soccer” de nieto y nieta, empezamos el recorrido de supermercados, esta vez forzados por la circunstancia maletera y a descansar un poco.
Espacio de Jesus M. Rodriguez 
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