2023-08-08 VÍA VERDE DE LOS MONTES DE HIERRO (6)

De nuevo retomando el camino de la susodicha vía verde. El último tramo recorrido, hasta un pelín antes del km 19, ocurrió el 24 de marzo de 2021. Y parece que fue anteayer… En fin, una pandemia, una operación de cadera y su correspondiente recuperación después, vuelvo por donde iba.

Como la última vez terminé cerca (más o menos) del desvío hacia la ferrería de El Pobal, hoy inicio desde este punto, que dispone de aparcamiento donde dejar el coche.

Un panel informativo en el lateral del aparcamiento tiene pegado un cartel con una flecha indicando el camino hacia la Vía Verde.

El camino es el mismo que lleva a la ferrería, y al llegar al canal que alimenta a esta aparece una bifurcación (en realidad es un camino perpendicular al que traía, que muere en ese punto) y donde se encuentra un letrero indicando hacia la derecha a la presa y a la izquierda a la ferrería.

Lo de la Vía Verde se ha olvidado ya. El camino más obvio es el de la ferrería, pero dada la hora puede estar cerrada y no se ve ningún otro camino, así que a la presa. A los pocos metros se llega efectivamente a una pequeña presa y una barrera que impide seguir , así que debe ser el otro. Efectivamente, el camino pasa por delante de las instalaciones de la ferrería y aunque hay una cancela supongo que siempre estará abierta pues es el camino que conduce tanto a la vía verde como a un recorrido por la ribera del Barbadún que tiene buena pinta. En otra ocasión.

Y, by the way,.. el entorno está muy cuidado y tiene un sorprendente bosquecillo de bambúes la mar de chulo.

La puerta de la oficina de la ferrería está sorprendentemente abierta y con dos personas dentro, así que les pregunto por el camino.

Me indican que hay que seguir el camino hasta un cercano y peculiar puentecillo que hay que cruzar con cierta precaución, abandonando el camino del Barbadún, cosa que encuentro y hago sin dificultad alguna.

Aquí comienza una subida, que no es el Tourmalet, pero vaya.

En un momento determinado el camino se bifurca. Un ramal hacia la derecha con suave subida y otro casi de frente con fuerte pendiente y suelo hecho un asquito. Flechas indicadoras hacia el ramal de la derecha y otra hacia el camino que traigo. Y digo flechas por su forma e indicadoras porque apuntan hacia una determinada dirección. Y ahí se acaba su función indicadora. O sea, que indican nada.

Me decido por el camino que no tiene indicación pues subir hay que subir y el otro va en dirección contraria a la que debo coger en la vía cuando llegue a ella.

Sube que sube que sube, trepa que trepa que trepa, finalmente se llega, como era de esperar, a la Vía Verde.

El camino es ahora prácticamente horizontal como corresponde al trazado de un ferrocarril minero.

Poco tiempo después de iniciado el camino me encuentro con el mojón del km 20, o sea que antes me quedé cerca del 19 y ahora inicio cerca del mismo pero desde el otro lado perdiendo un pequeño trozo del recorrido.

Suelo de tierra y piedra a ratos y asfaltado en ocasiones. Por la hora, la situación, en el lado Oeste de la ladera y los numerosos árboles, el recorrido es sombrío y fresco a pesar de la temible ola de calor.

Mojones kilométricos con una numeración muy diferente no hacen sino complicar más las indicaciones.

El tema informativo, manifiestamente mejorable.- Y mejorando, poco a poco.

Según el mapa no hay accesos a la Vía Verde más que en Santelices (km 23 según el mapa), a donde llego relativamente pronto y el siguiente está en Gallarta, a la altura del km 30 lo que parece un poco mucho. No obstante hay que probar cómo están las piernas y allá voy.

Inmediatamente después de pasado el acceso a Santelices, se llega Abanto y Ciérvana donde el camino sufre una brutal transformación convirtiéndose entre otras cosas, de Vía Verde a Vía Roja o bidegorri.

Carretera asfaltada, con un bidegorri en uno de los laterales, zonas de descanso, iluminación, carteles informativos… Pero pierde casi toda su gracia. Además el calor empieza a apretar, las sombras brillan por su ausencia y caminar por una carretera, aunque de reducido tráfico y con numerosos badenes y limitación a 20 km/h, pues que mola poco.

También hay fuentes en algunos de los puntos de descanso, lo que se agradece.

Las piernas empiezan a pesar. El calor empieza a ser un tanto molesto. Los kilómetros se alaaaargan y se alaaaaaaaaaargan y se alaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargan.

En un momento determinado veo que unos pocos metros más adelante pasa un autobús verde. Qué ilusión me da ver un Bizkaibus. Lo cogeré vaya donde vaya.

La carretera es ya una señora carretera, aunque con su correspondiente bidegorri en un lateral.

Finalmente, a la altura del km 27, más o menos una parada be bus y uno que llega. Casualmente es el que va desde Las Arenas a Muskiz y que se dirige a su punto de destino, la playa de La Arena. Me bajo en Las Carreras, donde, como puedo comprobar en poco tiempo, acaba de pasar el que va a Balmaseda y que debería coger para llegar hasta la ferrería de El Pobal y poder recuperar el coche.

En la espera, pregunto a una señora que también espera algún autobús, si sabe si el mío ha pasado ya o debo esperar dos horas al siguiente. Ella va a Muskiz y tiene varias oportunidades como me explica con toda clase detalles. No solo eso, también los horarios aproximados de las diferentes líneas, los autobuses que pasan por El Pobal (solo 2) las chapuzas de los horarios, la salud de su madre con Alzheimer, los progresos conseguidos a base de ejercicios, las compras que have en el BM de Muskiz. Finalmente le llega su autobús y quedo libre para un breve (no por el tiempo sino por el volumen) refrigerio hasta que pase el de Galdames.

Finalmente, media hora larga después me deposita en la parada El Pobal a unos 300 m de la ferrería. Frente a la parada, cruzando la carretera, se accede al camino de la orilla del Barbadún y enseguida se pasa por el puente, la ferrería, subida al aparcamiento y para casa. Organizándose bien, se puede hacer todo en transporte público, pero como te falle una combinación puedes hacer noche en medio de la nada.

Otro día más, aunque creo que me voy a saltar el tramo desde donde lo he dejado hoy hasta la playa de La Arena.

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