2024-05-20 KYOTO

A pesar de la paliza viajera de los dos días anteriores, cometemos, a instancias de Kana, nuestra guía, ligero madrugón para salir, tras desayunar un bufé regular y a toda pastilla, a las 8:40, cosa que casi hacemos, si bien intentos de resolver problemas técnicos relacionados con los wifis, los roaming y las itinerancias, nos retrasan ligeramente.

Aunque la previsión anunciaba lluvia durante toda la mañana, el día sale entre espléndido y bastante bueno, o sea sin lluvia en absoluto y con sol y calor la mayor parte de la jornada.

Tras cazar al vuelo tres taxis nos encontramos en el primero de los templos del día.

Como los nombres no nos dicen nada y además no me acuerdo y no voy a perder el tiempo buscándolos, y como el día va básicamente de templos, y una pagoda, además de múltiples, incómodas y empinadas, además de larguíiiisimas escaleras, pues no especificaré más.

Tras los primeros templos nos dirigimos a una zona, con sus escaleras, claro, donde se dan cita a cierta hora todos los turistas que hay en Kyoto y que son mogollón y medio, y que está llena de tiendas y establecimientos de comidas varias.

 

Aprovechan la ocasión un de par de listillas para perderse (alguna con antecedentes) y hacernos esperar durante un buen rato, sin dar señales de vida, hasta que finalmente, por inspiración de alguno de los dioses de los templos visitados, les hace entrar en razón y aparecen tan frescas y tranquilas.

Recuperado el grupo, comida en las cercanías, nuevo templo con su jardín zen y pagoda según pasamos, además de otro templo, que este, en lugar de templo es santuario y de aquí al famoso barrio de las geishas, con calles prohibidas y fotografías prohibidas en todo el recinto. Además de turistas a saco, conseguimos ver unas pocas de las susodichas, cosa que parece que no siempre es fácil.

Refrigerio cerca del río y paseo hasta el hotel.

Cena en un chino al lado del hotel y fin de la jornada hasta mañana.