2019-11-03 A CASA

La noche parece que ha sido movidita con fortísimas lluvias y vientos huracanados. O eso me dicen por aquí. Yo realmente no me he enterado ni de lo uno ni de la otra. Es lo que tiene la tranquilidad de conciencia. O quizás que la ventana de la habitación tiene un magnífico cierre de total estanqueidad, incluyendo el térmico y el acústico. El hecho es que por la mañana no hay rastros de semejantes furias de la naturaleza.

Y toca recoger y adecentar un poco la casa.

Nos falla la visita a la cueva de Mendukilo porque hoy está repleta de visitantes, así que tras recoger, limpiar, hacer las cuentas, función aparentemente sencilla pero que suele resultar asaz complicada, sea protagonizada por ingenieros, químicos o arquitectos, repartir las sobras, abundantes sobras, y decidir una alternativa, nos dirigimos a San Miguel de Aralar, tras hacer la tradicional foto de despedida, que suele resultar más complicada incluso que las cuentas y que solo puede llevarse exitosamente a cabo gracias a que tenemos un fotógrafo de categoría (que no soy yo). Aunque casi siempre falta alguno.

Equipaje al coche, despedida a los anfitriones y agradecimiento por las atenciones recibidas y en marcha.

Y finalmente salimos hacia San Miguel de Aralar a donde llegamos tras una breve parada para hacer como que damos de comer a los pottokas o ponis o lo que sean (yo creo que hay de todo paseando por allí) y causando su más profunda frustración, mientras que aprovechamos para disfrutar del colorido bosque.

En las alturas sí hace algo de frío y un poco de viento, así que tras tomar un caldito y algo de picar, y ver la iglesia, decidimos irnos cada uno a su lugar de reposo.

Y así nos despedimos hasta la próxima ocasión.

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Una respuesta a 2019-11-03 A CASA

  1. David y Eva dijo:

    Que guay!! Que envidia!!!

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