2023-09-14 COSTA AMALFITANA

Antes de nada mis disculpas por la chapuza (involuntaria) de la entrada de ayer. La corregiré en cuanto tenga un rato y avisaré. Y no volverá a repetirse. Espero. Ah, y nada que ver con el yintonis.

Hoy nos toca navegar. Ferry hasta Amalfi bordeando la espectacular costa Amalfitana. El día está ligeramente brumosillo pero no impide las vistas que muestran una costa de verticales acantilados como final de los escarpados montes situados junto al mar.

La primera parada es Sorrento.

No muy lejos de nuestra ruta podemos ver la roca que alberga la mítica Capri.

Seguimos a Positano, pueblo inverosímil, prácticamente colgado en el acantilado y de finalidad turística.

Finalmente completamos la travesía, 2 horas y medía después de la salida en Amalfi donde hacemos un breve recorrido por sus angostas y empinadas callejas hasta dar con un sitio donde poder tomar el merecido y consabido refrigerio, en la calle principal, petada de turistas (y no de mayoría viejos, sino todo lo contrario) y donde decido dedicar el mayor esfuerzo fotográfico al retrato robado del que dejo alguna muestra que será convenientemente ampliada en su momento.

Dada la situación decidimos ir a Ravello famoso pueblo por si belleza según todas las guías.

Una carretera esculpida en una pared prácticamente vertical nos lleva en el pequeño
autobusillo hasta la entrada al pueblo justo encima del mar.

Comida tranquila con magníficas vistas y visita, mínima, al pueblo.

Regreso en el mismo bus tras perder otro gracias al desmadre de cola para el limitado aforo.

A pesar de ello conseguimos un transporte por bus a Sorrento, con tiempo no muy sobrado para coger el último tren de Sorrento a Nápoles.

El bus se llena de mala manera a partir de Positano.

Afortunadamente es de noche y no se ve por dónde discurre la estrecha carretera. Cada cruce con otro autobús, y hay mogollón, e incluso en ocasiones con un coche, es una demostración de habilidad dejando entre uno y otro algo menos de 1 cm y otro tanto a la pared del otro lado.

Todo ello a una velocidad de entre 0 y 0,01 m/h. Y el del otro lado en vez de pared tendrá el borde del acantilado.

Entre unas cosas y otras finalmente llegamos a Sorrento justo a tiempo de coger el que
supuestamente era el último del día a Na6. En realidad había otro media hora después.

Tras hora y pico de agitación ferroviaria llegamos a Nápoles – Garibaldi y a partir de aquí lo consabido, metro (el último) a Toledo y hoy cena en casa dada la hora.